¿Quieres ser un auténtico musher y llevar tu propio trineo a través de lagos helados y bosques nevados más allá del Círculo Polar Ártico?, ¿te gustaría dormir en cabañas de madera o en hoteles de hielo?, ¿te apetecería una sauna después de acompañar en moto a un rebaño de renos?, ¿o despertarte con los aullidos de los perros avisándote de que tienes sobre ti una aurora boreal?
Ir a Finlandia supone, ante todo, responder a la llamada de la naturaleza. A excepción de sus grandes ciudades, el país parece no haber sido agredido por la pisada del hombre. Te fascinarán sus paisajes algodonados salpicados de bosques de pinos gigantes y lagos helados, que podrás recorrer andando, con raquetas o en motonieve.
La famosa región de los lagos –hay más de mil- también invita a la más absoluta serenidad. Aquí, inmerso en el corazón de una naturaleza única, aprenderás a apreciar la simplicidad de salir a buscar focas de agua dulce, pasear en canoa o descubrir imponentes castillos.