Los amantes de la naturaleza caen rendidos ante sus bosques tropicales, montañas, ríos, playas, volcanes, pantanos, cascadas, reservas naturales… “Pura vida”, esas dos palabras que se repiten y se repiten, son para los costarricenses una filosofía, un modo de vida: hay que disfrutar de toda la belleza vegetal y animal, pero también preservarla.
En coche de alquiler y con calzado cómodo, podemos acercamos hasta alguno de sus espectaculares parques naturales -Volcán Tenorio, Volcán Arenal, Manuel Antonio, Rincón de La Vieja, Corcovado…- para recorrerlos a pie o a caballo. De ahí nos trasladamos en avioneta o lancha hasta las playas de arena negra de Tortuguero, el mayor enclave de reproducción de tortugas de todo el Caribe, para asistir al desove.
Pero el destino ‘green’ del momento tampoco se olvida de los aventureros que aprecian el buen vivir. El país despliega resorts de lujo al borde de la playa, hoteles con encanto en medio de selvas esmeraldas, eco-lodges de película en la jungla, cabañas minimalistas de diseño tropical… Escenarios privilegiados para reponer fuerzas rodeados de algunos placeres mundanos y mucha clorofila.